Spain of the woods (I)

Foto As.com

Soy más del Barça que de España. Y más del Mananares que de Chamartín. Los azulgranas me dan alegrías cada dos o tres años y España una cada 23 más o menos. Sincronías aparte, la Eurocopa del Prater de Viena me convirtió al españolismo futbolero sin remisión.
Soy más de Luis que de Vicente. Y más de la Ser que de la Cope. La Ser ya no es lo que era y T5 es una mierda ad eternum. Ahora, por la Carbonero, lo que sea. Si hay que afeitarse la barba nos la afeitamos todos y si Camacho tiene que callarse pues le tapamos la boca por muy difícil que parezca.
Soy más de los bajitos que de los otros, que no sé muy bien quienes son pero ahí están. Navas no llega al uno con cincuenta, pero parece que no es bajito. Pedrito tampoco es un hijo de Gloin aunque el calcio no le haya llegado a los huesos. Y el asunto radical, ahora que nos la jugamos contra los Cóndores, es la disyuntiva entre el doble pivote o el manoseado Tiki-Taka (DEP Andrés Montes).

Del Bosque ya lo intentó con Albert Riera en la ConfeCup y no le salió muy bien. Torres no está fino, Don Andrés anda tocado, Silva y Cesc con cara de orto...Me pregunto, para jugar como el Athletic de Bilbao con bandas y doble pivote ¿no será mejor poner a Javi Mtnez y a Llorente? Yo hubiera llevado a Toquero a tal fin.

Las espectativas viogoréxicas de este país las alimenta la ciclotimia del Marca. Como ya adelantó el rotativo de Pedro Jota, Villa iba a fallar el penalti contra Honduras y Anelka se iba a erigir como el Malcom X del siglo veintiuno. Lo que no avizoraron los expertos fue el trompicón contra Suiza. Más por subidón patriótico que por análisis empírico. Un entrenador que ha levantado dos Champions con dos equipos distintos no tiene por qué ser Mourinho. Parece pues que hay vida más allá del Marca Leyenda.

Luis Aragonés se cabrea porque le preguntan si quiere que España gane el Mundial. Por favor hombre, dice el de Al Jazeera. Por favor, por favor....por favor hombre... así hasta veinte veces. A del Bosque le han hecho justificar cada una de sus decisones tácticas en una rueda de prensa freudiana. Con Luis no hubiera pasado. Le hubieran atizado sin dudar. Es lo que tiene cerrar los ojos y ver a Raúl capote y montera o cerrar los ojos y ver a Raúl solo en Valdebebas. Nunca se lo perdonarán aunque se les olvidó durante 10 minutos. Lo que duró la tanda de penaltis contra Italia. Ni un segundo más.