Mal vamos.
Luego sin saber muy bien por qué, me acuerdo de un poema de León Felipe que dice que:
Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos.
Se murió aquel manchego, aquel estrafalario fantasma del desierto y … ni en España hay locos. Todo el mundo está cuerdo, terrible, monstruosamente cuerdo.
Bien pues, León Felipe se equivocaba. Aún quedan unos cuantos locos mesetarios y van vestidos de blanco, con las teas encendidas y no pierden partidos. Además, el dos de mayo no es muy buena fecha para jugarse nada en Madrid, lo intentaron los franceses y ya sabemos como acabaron. Así que, Guardiola, el seny.
Se murió aquel manchego, aquel estrafalario fantasma del desierto y … ni en España hay locos. Todo el mundo está cuerdo, terrible, monstruosamente cuerdo.
Bien pues, León Felipe se equivocaba. Aún quedan unos cuantos locos mesetarios y van vestidos de blanco, con las teas encendidas y no pierden partidos. Además, el dos de mayo no es muy buena fecha para jugarse nada en Madrid, lo intentaron los franceses y ya sabemos como acabaron. Así que, Guardiola, el seny.
Pero antes, hoy, nos vienen los hijos de la Pérfida Albión. Aunque sin Mourinho parecen menos pérfidos y menos bocazas. Pero mantienen esa flema inglesa, que hace que se les tema más por los elementos que por hombres. Quemar las naves. La rauxa.
Apelar al seny contra el Madrid y a la rauxa contra el Chelsea...o al revés...o qué se yo. Será el fatalismo que acompaña inexorablemente el histórico caminar del Club o que se me ha escurrido la fé entre los guantes del portero y las botas de Casquero.
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